El Colegio El Pinar, es la realización de un sueño de infancia cumplido por la Licenciada Bárbara Kayna Guerrero. En el ejercicio de su profesión, se encontró con niños que por sus características requerían una pedagogía diferente, más basada en el afecto que en la academia; más basada en la estimulación de las potencialidades de los niños que en la exigencia de resultados; más centrada en las fortalezas que en las debilidades, es así como con estos elementos nace El Pinar en 1984.
Los pinos crecen juntos como hermanos, compartiendo la misma tierra y entrelazados para hacerse más fuertes.
El pino es el antiguo símbolo de la inmortalidad y la constancia, de allí el nombre de nuestro Colegio “EL PINAR” ya que este árbol es sinónimo de solidaridad, compañerismo, compartir, constancia; valores que debe tener un verdadero estudiante y docente Pinarino.
La mano abierta simboliza el apoyo que se le brinda a nuestros educandos, el arco iris y el niño en crecimiento simbolizan cómo a través de nuestra ayuda el joven alcanza sus metas y de base se encuentran los valores de Autenticidad y Responsabilidad.
El color Blanco representa la singularidad y la apertura, enfocadas al respeto por el otro, a la utilización del diálogo, la colaboración y la solidaridad para encontrar la paz. El Rojo representa la autonomía, la cual a través de sus valores representa la libertad con responsabilidad para construir una vida plena y El Gris representa la trascendencia. Nos lleva a experimentar nuestros valores con compromiso.
En el Colegio El Pinar educamos a nuestros estudiantes mediante un modelo pedagógico centrado en los fundamentos de la educación personalizada, fortaleciendo las áreas del desarrollo físico, cognitivo, socio-emocional y lingüístico, para formar seres competentes, autónomos, protagonistas activos de una sociedad cambiante.
El Colegio El Pinar será reconocido en el medio nacional como una Institución Educativa de Calidad, por el cumplimiento de sus estudiantes en el desarrollo pleno de su potencial humano, la equidad y la trascendencia intelectual en la sociedad.
En ese entonces, su primer nombre fue el de Centro Psicopedagógico ‘Los Sauces’, que evolucionó hacia su nombre actual Colegio El Pinar el 19 de Febrero de 1991.
Esta transición se da cuando se deja de enfocar el trabajo a niños y jóvenes con dificultades de aprendizaje y se concibe a cada uno de los menores como una persona capaz de desarrollar su proceso educativo regularmente, apoyándose en sus potencialidades por lo que vislumbra un futuro hacia la formación de jóvenes bachilleres competentes académica y socialmente.
Hoy contamos en la sede propia con aulas de Primera Infancia (Pre – jardín, Jardín y Transición) para niños a partir de los dos años y salones adecuados para los grados de 1º a 5º de primaria y de 6° de bachillerato hasta grado 11º. También contamos con un aula para niños con necesidades especiales.
Complementando las aulas, se dispone de una moderna sala de sistemas con conexión a Internet, salón de música, biblioteca, aula múltiple con dotaciones audiovisuales tecnológicamente actualizadas, canchas deportivas de fútbol, voleibol, baloncesto y tenis, cafetería, coliseo, piscina, zonas de servicios, aulas para el uso del personal que labora diariamente en la Institución.
Durante estos 40 años no sólo hemos construido un Colegio con sede propia, sino que hemos construido un proyecto educativo Pinarino, con una visión en la educación personalizada y en la atención a las necesidades y expectativas de los niños; hemos crecido y nos hemos convertido en una gran familia Pinarina; y lo más importante hemos comprobado que los sueños de los pequeños se cumplen con: persistencia, compromiso, responsabilidad, amor y esfuerzo.
En el año 2017, el Colegio realizó cambios en su naturaleza jurídica pasando de ser una persona natural a una persona jurídica denominada: